Ocho policías fallecieron y otros ocho resultaron heridos este jueves en el departamento de Antioquia, Colombia, tras un ataque perpetrado por el mayor grupo narcotraficante del país. Las autoridades confirmaron que, durante la emboscada, un helicóptero de la institución fue derribado mediante el uso de un dron cargado con explosivos.
El hecho se produjo en el marco de un operativo de erradicación de cultivos de coca, en medio de la creciente ola de violencia que atraviesa Colombia desde la firma del acuerdo de paz con las FARC en 2016. La región de Antioquia, históricamente afectada por el narcotráfico, ha sido escenario de un recrudecimiento de las acciones de grupos armados ilegales.
De acuerdo con la información oficial, los uniformados se encontraban brindando seguridad a un grupo de erradicadores de hoja de coca cuando fueron hostigados por los atacantes. En medio del enfrentamiento, los criminales lanzaron un dron contra la aeronave policial, provocando que esta se precipitara a tierra.
Las autoridades señalaron que los policías heridos fueron trasladados a centros de salud de la zona, mientras que se adelantan operativos para dar con los responsables del ataque. Este hecho refleja el creciente uso de nuevas tecnologías por parte del narcotráfico para enfrentar a la fuerza pública.
El Gobierno colombiano condenó lo sucedido y ratificó su compromiso de continuar con las operaciones contra las organizaciones criminales. Sin embargo, la tragedia reaviva el debate sobre la seguridad en las zonas rurales y la efectividad de la política antidrogas en un contexto de violencia que sigue cobrando vidas.