“Extraño el mote con papas y cuero que acudía a comer a la Magdalena, también el Yaguarlocro que prepara en casa la familia y el pan con higo”, dijo sonriente el quiteño Juan Diego Lascano Terán, al recordar a su ciudad natal que durante estos días vive sus fiestas.
Lascano Terán, es el menor de 9 hermanos nacido en el corazón del sur de Quito, por ello es hincha del Aucas, “fue muy triste no poder ver a mi equipo campeón en su estadio con mi gente”, refirió.
Juan Diego, es gestor cultural y forma parte de la Casa de la Cultura de Santa Elena, esta radicado desde hace 13 años en la península, llegó a dictar unas conferencias de quehaceres ancestrales y le gustó tanto el sector costero que decidió radicarse.
“Nunca imaginé que, al venir a intercambiar conocimientos referentes a costumbres y tradiciones, me quedé por acá. Ahora también me siento un quiteño peninsular”, comentó entre risas.
Ahora en esta provincia Lascano Terán promueve el arte y algunas costumbres de la ´Carita de Dios´, entre las que se destacan los bailes folclóricos como el denominado ´diablada´, “a la gente de la costa también le gustan las danzas y han aprendido muy bien”, resaltó.
Una de las cosas que le trae recuerdos es que cada vez que hay alguna festividad en las comunas de esta zona se quema el tradicional castillo, algo similar a lo que también ocurre en Quito con la colorida pirotecnia en los días festivos.
“Todos somos un mismo país, es verdad que se siente nostalgia no celebrar las fiestas de Quito junto con los amigos y allegados, pero lo importante es que la sal quiteña que nosotros tenemos nos hace sentir muy orgullosos de donde nacimos”, resaltó.
Juan Diego también le ha enseñado a varios de sus amigos el juego de cuarenta que en sus ratos libres juega y es una de las sanas diversiones que mantiene.