El temor se ha apoderado de comerciantes y clientes del centro comercial Buenaventura Moreno, en el cantón La Libertad, tras los recientes hechos violentos registrados en sus instalaciones. En los últimos días de septiembre, dos personas fueron asesinadas bajo la modalidad de sicariato dentro de locales dedicados a la venta de teléfonos celulares.
Estos crímenes han generado una sensación de inseguridad que impacta directamente en la actividad comercial. “Con lo que está ocurriendo, las ventas han bajado considerablemente. Las autoridades deben actuar de inmediato para evitar que esto continúe”, manifestó el propietario de uno de los negocios, quien prefirió no revelar su identidad por temor a represalias.
El centro comercial cuenta con 689 locales, de los cuales alrededor de 200 se dedican a la venta de teléfonos móviles y accesorios, convirtiéndose en un punto de gran movimiento económico. Sin embargo, pese a la magnitud del lugar, la seguridad es limitada: apenas seis guardias resguardan el sitio, distribuidos entre tres en el día y tres en la noche.
Ante esta situación, la administración del centro comercial tomó medidas de contingencia, entre ellas el cierre de tres de sus seis accesos principales. La intención es tener un mayor control en la entrada y salida de personas, aunque los comerciantes consideran que esta acción no es suficiente frente al nivel de violencia registrado.
Los usuarios y propietarios de locales hacen un llamado urgente a las autoridades policiales y municipales para reforzar la seguridad en la zona. Señalan que la presencia de más uniformados y controles permanentes podrían devolver la confianza a los visitantes y evitar que el centro comercial, uno de los más importantes de La Libertad, pierda su dinamismo económico por el miedo a la delincuencia.
