En los puertos pesqueros de Santa Elena ya inició con gran auge la venta del pescados salado, ingrediente principal para la preparación de la fanesca, el plato principal que se sirve en los días de la Semana Santa.
“Antes solo se utilizaban los pescados grandes, ahora es de toda clase y tamaño, pero siempre que sea de carne blanca. Se vende de acuerdo con el bolsillo del cliente, refiere Abraham Suárez, uno de los tantos comerciantes.
Es que las personas que no tienen dinero para comprar el bacalao, que es el pez tradicional para la elaboración de la fanesca, ahora optan por otras especies como el picudo, cherna, mírame lindo, dorado, peces que son considerados grandes. Ahora también se encuentran pelágicos pequeños como la ´carita´, ´hojita´, ´pampanito´, entre otros.
Con anticipación los pescadores empiezan a almacenar los ejemplares, el proceso consiste en depositar las especies en grandes recipientes con agua salada durante siete días, luego se le coloca sal en grano por un tiempo similar para a continuación exponerle a intensos soles para su completo secado.
Omar Bravo, otro de los comerciantes de pescado salado señaló que ya existe una gran producción de pescado salado y se ha optado por peces pequeños por su costo, “los peces grandes por el calentamiento del agua de mar son escasos o están más caros. Esta vez tenemos bastante pescado salado, pero más pequeños y a buen precio”, relató Bravo.
En Santa Rosa y Anconcito, principales puertos de la zona costera peninsular, en estos días se comercializa el pescado salado en quintales que en su mayoría se vende para los sitios gastronómicos de la ciudad de Guayaquil, Quito y Santo Domingo. Pero las personas también lo pueden comprar por libras, su costo varía entre $2.50 y $3.
En La Libertad, San Pedro, San Pablo y Palmar, se encuentra pescado salado de especies pequeñas y allí el precio es de acuerdo a la cantidad que el usuario necesite, “aquí se vende desde $1 en adelante”, señaló el pescador, Gregorio Solano.