La madrugada de este lunes 29 de septiembre, un convoy humanitario liderado por el presidente de la República, Daniel Noboa, fue emboscado a la altura de Otavalo, en la provincia de Imbabura. El grupo de vehículos, que trasladaba ayuda hacia comunidades de la zona, terminó con vidrios rotos y daños visibles tras recibir una lluvia de piedras lanzadas por manifestantes.
El propio mandatario difundió en su cuenta de X fotografías que muestran el estado en el que quedaron los automotores luego del ataque. “Se resisten a que Ecuador avance y eligieron la violencia”, señaló el jefe de Estado, al confirmar que nuevamente se intentó frenar el ingreso de asistencia humanitaria mediante actos violentos.
En el desplazamiento presidencial también participaron el ministro de Defensa, Giancarlo Loffredo, el ministro del Interior, John Reimberg, así como representantes de la comunidad internacional. Entre ellos se encontraban el nuncio apostólico Andrés Carrascosa, la embajadora de la Unión Europea, Yekaterina Doródnova, la coordinadora de la ONU en Ecuador, Laura Melo, y el embajador de Italia, Giovanni Davoli.
Noboa aseguró que la agresión no detendrá las acciones del Gobierno en beneficio de la población afectada. “Nos respondieron con violencia. Nosotros seguimos: Ecuador no puede retroceder”, afirmó, en medio de un escenario de tensión que preocupa tanto a las autoridades nacionales como a los organismos internacionales presentes.
El hecho se suma a una serie de incidentes registrados en los últimos días en diferentes puntos del país, donde grupos de manifestantes han bloqueado carreteras y enfrentado a las fuerzas de seguridad. Pese a ello, el Ejecutivo ratificó que mantendrá las caravanas de ayuda y reforzará los operativos de protección para garantizar la seguridad de los convoyes humanitarios.