Un vehículo que parqueó drásticamente en los exteriores de la Unidad de Rescate y Emergencias Médicas (UREM) de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) alertó a los agentes que algo sucedía. Se trató de una mujer que había traído al mundo a su bebé en la carretera. Sin embargo, el recién nacido no respiraba.
Los agentes se prepararon y empezó la atención primaria, siendo la paramédica, Dennise Barragán, quien estuvo al frente de las tareas de reanimación, limpiando las vías respiratorias del neonato, sujetando con pinzas el cordón umbilical y dando respiración manual ligera a través de un sistema ambu, hasta que respiró y se movió solo.
«La atención se realizó dentro del auto para mantener el calor corporal de la criatura y su madre», comentó la paramédico, quien esa noche laboraba en la estación UREM a la altura de Progreso, sobre la vía Guayaquil – Santa Elena.
Por su parte, el Mayor Carlos Cevallos, jefe de la UREM, dijo que atender a la ciudadanía en las rutas es parte del quehacer diario, para lo cual mantienen al equipo altamente capacitado para dar respuesta primeria oportuna.
Barragán reveló que salvar una vida siempre es gratificante, pero no dejó de sentir nervios al atender a un ser tan pequeño por primera vez, cuando su experticia radica en la atención de personas heridas en accidentes de tránsito.
“Me queda la satisfacción de saber que, tal vez en el futuro, ese niño puede marcar la diferencia en otras personas, así como el equipo UREM hizo la diferencia entre que él no quedara vivo o pudiera sobrevivir”, enfatizó la paramédico.
Tanto la madre con su pequeño hijo fueron trasladados hasta una casa de salud del cantón General Villamil Playas, casa de salud más cercana.