Rodrigo Borja Cevallos, expresidente de la República y una de las figuras más influyentes de la política ecuatoriana contemporánea, falleció, generando profundo pesar a nivel nacional. Su muerte enluta al país y marca el cierre de un capítulo clave en la historia democrática del Ecuador.
Borja Cevallos gobernó el Ecuador entre 1988 y 1992, periodo en el que impulsó la institucionalidad democrática tras años de inestabilidad política. Su administración estuvo marcada por la defensa del Estado de derecho, el fortalecimiento de las libertades públicas y una política exterior activa, con especial énfasis en la integración latinoamericana y la resolución pacífica de conflictos.
Histórico líder de la Izquierda Democrática, Borja fue también un reconocido intelectual, abogado y académico. Antes y después de su presidencia, se destacó por su pensamiento crítico, su defensa de la socialdemocracia y su constante participación en el debate público, tanto desde la política como desde la reflexión escrita y académica.
A lo largo de su trayectoria, ocupó importantes cargos públicos, entre ellos la vicepresidencia de la República, la presidencia del Congreso Nacional y la secretaría general de la Comunidad Andina, desde donde promovió la cooperación regional y el diálogo entre los países miembros. Su legado trasciende la gestión gubernamental y se consolida como una referencia ética y política para varias generaciones.
Tras conocerse la noticia de su fallecimiento, diversas autoridades, organizaciones políticas y ciudadanos expresaron mensajes de condolencia y reconocimiento a su trayectoria. Ecuador despide a un estadista que dejó una huella profunda en la vida política del país y cuya memoria permanecerá ligada a la defensa de la democracia y las instituciones.
