Con un contundente mensaje en video, Diana Salazar anunció este martes 20 de mayo de 2025 su renuncia al cargo de Fiscal General del Estado. “Aferrarse a los cargos no le hace bien al país”, expresó en su declaración, sorprendiendo a la opinión pública y al entorno político y judicial del Ecuador.
Salazar, quien asumió el cargo el 8 de abril de 2019, ejerció funciones durante seis años y 42 días. Su período oficial concluyó el 8 de abril de este año, pero había permanecido en funciones bajo una prórroga legal a la espera de que se nombre a su sucesor, como establece la normativa vigente para evitar vacíos en la administración de justicia.
En el mensaje difundido por redes sociales y medios de comunicación, la ahora exfiscal reiteró su compromiso con la institucionalidad y la palabra empeñada. “Como la mujer de palabra que soy, hoy me despido y como se los dije cuando asumí mis funciones, agradeciéndoles el encargo que me hicieron”, señaló con firmeza.
La renuncia de Diana Salazar marca el final de una gestión que se caracterizó por investigaciones de alto perfil y una firme postura frente a la corrupción. Su administración ganó notoriedad tanto a nivel nacional como internacional, posicionándola como una de las figuras más visibles dentro del sistema de justicia ecuatoriano.
Sin embargo, su decisión de no esperar el nombramiento de un reemplazo ha generado reacciones divididas. Mientras algunos sectores la califican como un acto de responsabilidad ética y política, otros cuestionan la posible incertidumbre institucional que puede derivarse de su salida sin una autoridad titular en funciones.
Ahora, el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) deberá acelerar el proceso para designar al nuevo Fiscal General del Estado. La ciudadanía y la comunidad jurídica permanecen a la expectativa de cómo se garantizará la continuidad del trabajo en la Fiscalía tras la sorpresiva renuncia de Salazar.