La noche del miércoles 1 de octubre, un nuevo hecho violento conmocionó al cantón La Libertad. Paul Guajala, de 28 años, fue acribillado en el barrio Jaime Roldós, a pocos metros de su vivienda. El ataque ocurrió cuando el joven salió a comprar un botellón de agua, luego de haber llegado de una fiesta en compañía de su conviviente.
Testigos señalaron que sujetos armados lo interceptaron y dispararon en reiteradas ocasiones, dejándolo tendido en la vía. Pese a que algunos vecinos intentaron auxiliarlo, Guajala quedó gravemente herido y fue trasladado al hospital Rafael Serrano en donde minutos después murió. El cuerpo fue levantado por personal de Criminalística y trasladado al Centro Forense de Santa Elena.
De acuerdo con información policial, la víctima había estado recluida en la Penitenciaría del Litoral hasta diciembre de 2024, tras enfrentar un proceso judicial por microtráfico. Aunque había recuperado su libertad, seguía bajo observación de las autoridades debido a sus antecedentes.
Allegados indicaron que Guajala había manifestado su deseo de alejarse de la delincuencia, lo que, según versiones extraoficiales, habría motivado a que sus antiguos enemigos lo persiguieran y finalmente atentaran contra su vida. “Él quería empezar de nuevo”, comentó un vecino consternado por lo sucedido.
Las autoridades iniciaron las investigaciones para dar con los responsables de este crimen, que se suma a la lista de muertes violentas registradas en la provincia durante las últimas semanas. La Policía no descarta que el hecho esté relacionado con ajustes de cuentas entre bandas dedicadas al microtráfico en la Península.
